jueves, 25 de agosto de 2011

NUESTRA SOCIEDAD ESTA SOSTENIDA POR MENTIRAS

Mentimos para preservar nuestro sentido de dignidad. Queremos parecer mejores de lo que somos porque queremos agradar a los demás. Exageramos las circunstancias para inflar nuestros egos o para esconder nuestra vergüenza, temor y desilusiones. Tal vez sea demasiado vergonzoso o doloroso confrontar la verdad sobre otros o sobre nosotros mismos.

No podemos hacer que otros dejen de mentir. Pero si podemos convertirnos en personas que buscan la verdad y tienen discernimiento en cuanto en quién confiar y cuánto confiar.

Los mentirosos habituales y compulsivos disfrutan la idea de que otros se unan a su juego. Ensimismados en la idea de ganar a cualquier precio, se vuelven adictos a su propio engaño. Estos mentirosos son encantadores y convincentes y usan toda su habilidad para agradar a los demás y para que los demás confíen en ellos. Se mienten a sí mismos y distorsionan su propia realidad.

La mentira está cobrando aceptación como una filosofía de vida. De acuerdo a Michael Josephson, presidente del Josephson Institute of Ethics, estamos mintiendo más. Él explica que la falta de sinceridad es un agujero cada vez más grande en nuestro ozono moral. Esta filosofïa de vida la están recibiendo nuestros hijos. Como resultado, ellos también mienten más.

Ojo!!!! a predicar con el ejemplo.....

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